EL EGO ES EL ENEMIGO, RYAN HOLIDAY.
EL EGO ES EL ENEMIGO
RYAN HOLIDAY
PUBLICADO EN 2016
Me encanta que el autor inicie
el libro contando su historia, acerca de cómo el ego lo llevó a la cima para
sólo dejarlo caer en picada. Estas historias crudas y reales son con las que
puedes sentirte identificado y ver el sabotaje de tu propio ego. Así transcurre
el libro, mientras te cuenta la historia de éxitos y fracasos de personajes
relevantes, te vas descubriendo a ti mismo. Me di cuenta de que admiro a
personas "exitosas", quienes, al parecer, es justo por su ego que se
encuentran en la cima. Pero si miro con atención, eso que a primera vista me ha
impresionado no parece ser lo que yo misma definiría como éxito, así como se
dice en el libro "Cualquiera puede ganar. Pero no todas las personas
pueden ser las mejores personas posibles"
AQUELLO QUE NO QUIERO VER
El ego es el enemigo oculto que sabotea nuestros propósitos e intenciones, lo más difícil es reconocerlo, pues nos habla con una voz tan genuina que hace difícil diferenciar entre eso que nos arruina o nos beneficia. Considero que, si traemos a la conciencia aquello que nos limita, ya tenemos el 99,9% superado. Pero reconocer que esa secuencia lógica de pensamiento está equivocada, eso que por años hemos identificado como lo que nos hacer ser quien somos, es difícil y doloroso. Mi ego, que había permanecido invisible y saboteándome una y otra vez justo en aquellos propósitos que más anhelo y amo, fue iluminado por este libro, pude ver el elefante en el cuarto.
¿ES VERDAD?
¿Ya
soy la persona que quiero ser?
El deseo de control y seguridad me llevaba a querer que todo permaneciera igual, incluso la persona que estaba siendo. Pero despertaba cada mañana con un sentimiento de ansiedad, de temor por el día que llegaba, con miedo de que algo cambie, porque no podía negar la fragilidad de mi realidad. Era ir contra la corriente, pues una ley fundamental de la vida es la impermanencia. Es ese susurro del ego, que ni siquiera notas que está allí, te dice que tú no eres el problema. En palabras del autor "El ego nos impide mejorar diciéndonos que no necesitamos mejorar". Nos ubicamos cómodamente en nuestra zona de confort, leyendo más libros de los mismos temas, haciendo más cursos iguales, trabajando más horas en lo mismo, olvidando nuestros sueños, mirando pantallas, y es que, justo ese es el punto central del asunto: el ego nos dice que somos muy buenos, que estamos haciendo lo suficiente, repasa en nuestra mente una y otra vez aquellas acciones de las que estamos satisfechos. Terminamos convenciéndonos que ya somos la persona que queremos ser, que hacemos lo que podemos por nosotros mismos, nuestra familia, nuestra comunidad y por el mundo. Pero, si ya somos lo suficiente, ¿cómo podremos crecer? Este razonamiento es la base de nuestros miedos. Si en lugar de evitarlas, buscamos esas actividades retadoras e incómodas (actividades de verdad nuevas y diferentes, o aquellas que realmente nos importan), y nos demostramos una y otra vez que podemos confiar en nosotros mismos ante cualquier circunstancia, esa es la única seguridad a la que podemos aspirar. La convicción de que estamos cambiando, mejorando, retándonos, creciendo y que ante lo que sea que la vida nos lance, siempre podremos afrontarlo.
HUMILDAD
La
emoción principal que evocar como antídoto para el ego es la humildad, para
reconocer lo que no es verdad, "sé cómo son las cosas", "yo
no soy el problema", "no es mi responsabilidad",
"me conozco", "no necesito cambiar", "estoy
bien", "no tengo tiempo".
En
palabras de Ryan Holiday: "No pueden ver lo que el ego les impide hacer
porque todo lo que pueden ver es lo que ya han hecho."
EL EVALUADOR
"¿Soy capaz de oír lo
que viene de otra fuente?" Muchas veces aplicamos eso de "mira
la paja en el ojo ajeno y no la viga que tiene en el suyo", cuando
alguien nos da una opinión sobre algún aspecto de nuestra vida o de nosotros
mismos, así de simple decidimos no escuchar.
Es que muchas veces no tenemos
el ángulo adecuado para vernos, es como en una postura al ejercitarnos,
necesitamos alguien afuera que nos mire desde arriba o desde los lados para que
nos dé indicaciones para corregirla, y esa es la actitud con la que, no solo
debemos recibir la retroalimentación, sino pedirla.
Muchas veces le restamos validez
a las opiniones, porque juzgamos a quien la da y pensamos que ellos no lo están
haciendo perfecto, así que no escuchamos. ¿Debería venir Jesús mismo a
evaluarnos, pues es el único con autoridad moral para ello? Preferimos
perdernos de esa información valiosa, por estar juzgando a quien la da y no
enfocarnos en las opiniones mismas.
Igual aplica para lo contrario,
sabemos que no somos perfectos y por eso tememos dar nuestra opinión, tememos
ser juzgados, aunque sea el amor lo que nos motive a hablar con quienes son
importantes para nosotros.
Sabiamente lo dice el autor
"No podemos reconocer las oportunidades ni crearlas si vivimos dentro
de nuestra propia fantasía"
Fantasía o pesadilla, y tal como
en los sueños, no podemos saber que estamos en uno, necesitamos ser
despertados.
Nos llega mucha información acerca de no tener en cuenta los comentarios de afuera, de escucharnos a nosotros mismos, pero ¿y si estamos equivocados? No es que vamos a creer todo lo que se dice de nosotros, pero al menos vamos a escucharlo y valorarlo antes de desecharlo, sobre todo las retroalimentaciones más importantes: la de nuestra pareja, hijos, familia, compañeros de trabajo, esas personas con las que convivimos y hacen parte de nuestra realidad.
¿A QUIÉN QUIERES IMPRESIONAR?
Hay un momento en nuestra vida, al menos para algunos como yo, en que lo más desafiante es saber cómo vamos a servir al mundo, cuáles son nuestros dones, talentos, pasiones, eso que haríamos gratis y el mundo necesita. Creemos que con saberlo será resuelto, pero superada esta incertidumbre aún hay mucho camino por recorrer. Estamos dispuestos a seguir, tal como lo dice el libro, "haciendo cosas que no nos gustan para ponernos a prueba ante nosotros mismos, y ante gente que no respetamos, y para lograr cosas que ni siquiera queremos".
Esperamos que alguien afuera
llegue a validar el trabajo que hemos hecho, que sea descubierto y obtengamos
el reconocimiento. Y ¿qué pasa si esa persona no aparece o si llega, pero nos
dice que no es bueno? Es este el temor más grande que nos paraliza y nos impide
siquiera intentar ir por ello. Este es el ego, me costó mucho unir los puntos
de lo que sentía, lo fui reconociendo a medida que leía, sí es el ego que teme
ser lastimado, humillado, rechazado, opacado. Nos impide ver la verdad, nadie
puede robarnos aquello por lo que hemos trabajado. Es la historia de muchos
artistas, científicos, escritores y emprendedores, cuyo trabajo nunca fue
reconocido mientras estaban vivos, pero sabían lo valioso de lo que creaban y,
aún sin el reconocimiento, lo hicieron. Personajes como: Nikola Tesla, Vincent
Van Gogh, Franz Kafka, Oscar Wilde, Galileo Galilei y la lista sigue y
sigue.
"La
ambición es atar nuestro bienestar a lo que hacen o dicen otras personas (...)
La cordura es atarlo a nuestros propios actos" Marco Aurelio.
¿Estamos dispuestos a no hacerlo (crear, amar, ser amable, auténtico, vulnerable) si creemos que no habrá elogios, recompensas o reconocimiento? eso, que en una palabra lo defino como validación, es la peor parte del ego, al menos para mí, ¿no basta con que genuinamente creamos en nosotros mismos, en nuestro trabajo y en lo que nos motiva? Aquí inició este blog, porque la respuesta para mí fue "sí, es suficiente"
DÉBILES
Por evolución estamos diseñados
para no dejar ver ninguna debilidad en nosotros, le damos gran valor al lugar
que ocupamos en la tribu, sin tribu son pocas las posibilidades de sobrevivir
(eso lo aprendimos en 4 millones de años de ser cazadores-recolectores), y si
eres débil la tribu podría rechazarte. Este sentimiento lo compartimos todos,
no somos los únicos con estos temores, pero son pocos los que se han podido
liberar y tener perspectiva, saber que nada de nosotros está en peligro, que en
verdad, eso que realmente somos, no puede ser lastimado, ni siquiera por
nosotros mismos, por eso no temen fallar y se arriesgan. Son estas personas
auténticas a quienes reconocemos y admiramos, a quienes hoy veo como
exitosas.
"Aquel
que le teme a la muerte nunca hará nada digno de un hombre que esté vivo"
Séneca.
¿Qué significa ser fuerte
actualmente? Tener títulos, poder, dinero, fama, conocimiento, reconocimiento,
y por estar enfocados únicamente en ellos es que desperdiciamos nuestra
creatividad, potencial, propósito y dejamos pasar la vida sin disfrutarnos a
nosotros mismos.
Me encantaría leer tus
opiniones, saber si te interesa leer este libro para descubrir cómo el ego te
está saboteando.
Agradezco a el trabajo de mi amiga @johitavalle, que amablemente me apoya con la edición de mis escritos.
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