EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO

Que delicia escribir sobre este maravilloso libro (el sentido de la vida es un tema que me apasiona). Su autor es el psiquiatra Viktor Frankl, fue publicado por primera vez en 1946 con el título: “Un psicólogo en un campo de concentración”, pero no es sino hasta 1961, cuando se pública con el título: “El hombre en busca de sentido”, que se convierte en un éxito literario y, mucho después, llega a ser catalogado por la Library of Congress como "uno de los diez libros de mayor influencia en Estados Unidos en el siglo XX". Es uno de esos libros que hay que leer y releer para apreciar todo su grandioso mensaje, además es un libro corto y de fácil lectura, que lo hace perfecto para todo buscador del sentido de la vida.

¿De qué va la vida?

En mis divagaciones internas este tema ha sido recurrente, una y otra vez sin lograr satisfacer mis dudas. Leía y escuchaba respuestas, pero yo seguía preguntando ¿Qué sentido tiene todo? Este libro fue parte de ese aprendizaje. 

Hoy, después de montones de horas de introspección, pensar y rumiar la pregunta, siento que estoy en paz con ella, ya ha dejado de ser esa duda que grita en mi mente por una respuesta, por lo menos por ahora.

En un inicio me sentí tentada a pensar que la vida va solo en respirar, lo demás parecieran distractores de ello. Ser disciplinada, cumplir con mis responsabilidades, acumular cosas y/o conocimientos, leer y escribir, eso pareciera no ser el propósito de estar viva. Si piensas un poco en ello, nacer, crecer y morir, parece suceder una y otra vez por miles de años, miras todas las existencias que han pasado, sin que en este plano físico quede algo de ellas, todo lo que hoy te parece importante va a desaparecer, en 100 años ninguna de las personas que conoces seguirá con vida, más aún, en otros millones de años nuestro planeta y galaxia desaparecerán. Así que me inundaba la certeza de que no tienen sentido, esos propósitos, sean personas, metas, objetivos, creaciones, descubrimientos, cosas, son una simple construcción de nuestra mente, pues son impermanentes.

Siendo así, lo mejor que podría hacer con este tiempo de existencia es actuar de acuerdo con mis propios principios y así amar, disfrutar, gozar, divertirme, sentir intensamente (mi etapa de nihilismo optimista). Pero pronto me di cuenta de que era contradictorio, ¿cómo ser feliz sin un propósito? 

¿Estoy a la altura de mis sufrimientos?

"Solo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos" 

Dostoyevski

Esta se ha convertido en una de mis frases favoritas, me recuerda que el éxito (en mi definición particular), es el poder   mantenerme fiel a mis valores y principios sin importar lo que acontezca fuera de mí, ser dueña de ese poder sin entregárselo a nadie más, no importa lo que pase, digan o hagan, ya he decidido que mis palabras y acciones estarán regidos por mis   pilares. Es lo que magistralmente dice Viktor Frankl "De modo que cada hombre, incluso en condiciones trágicas, puede decidir quién quiere ser -espiritual y mentalmente- y conservar su dignidad humana." Y es que él estuvo expuesto a las situaciones más trágicas e inimaginables, fue prisionero en los campos de concentración nazi, así que tiene la autoridad para realizar esta afirmación tan trascendente.  

Es aprender a mirar desde otro foco esas situaciones adversas y difíciles que nos hacen sufrir, a veces no hay nada que podamos hacer para remediar esas circunstancias, pero si logramos tener algo de perspectiva y comprender que son la oportunidad para alcanzar la grandeza espiritual, como se asegura en el libro "una hazaña que quizá nunca hubieran logrado en circunstancias ordinarias", es así como estaremos a la altura de nuestros sufrimientos.

¿Por qué tener claro mi propósito?

"Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo"

Nietzsche

No es el pasado lo que define quién eres, es el tener claridad de lo que quieres para tu futuro. Si no dedicas tiempo a saberlo, entonces simplemente eres como un barco a la deriva y el oleaje son esas conductas aprendidas en tu pasado. No podemos buscar en libros o que alguien nos diga el propósito de estar vivos, es una respuesta única para cada persona, nadie puede hacer el trabajo por ti, es un camino de introspección y autoconocimiento que debes recorrer. Así lo encuentras expresado en el libro "Este sentido es único y específico, en cuanto es uno mismo quien tiene que encontrarlo; únicamente así logra el hombre un significado que satisfaga su voluntad de sentido." (Negrilla por fuera del texto original)

¿Placer por el mismo placer?

"El placer es, y así debe seguir siendo, un efecto secundario, y se destruye o se malogra si se hace de él un fin en sí mismo"

Viktor Frankl

Y es que, no es de aquellos momentos más placenteros de los que nos sentimos orgullosos, y quienes somos padres lo entendemos muy bien. Tener a mis hijos ha sido el mayor reto que he asumido: trasnochar, preocuparme, tener miedo por su bienestar y el agotamiento, pero cuando alguien me pregunta de que estoy más orgullosa, mi respuesta siempre será: de mis hijos, o sea de: ser madre.

¿Entonces una vida feliz y cómoda es a lo que aspiramos de verdad? La respuesta es no. No estaremos satisfechos (recuerdo la película de matrix, cuando las primeras cosechas se perdían por que todo era felicidad y perfección). Es el propósito lo que te permite llegar a un mayor nivel de gozo, te permite desarrollar tu capacidad para ser feliz, puedes disfrutar de lo que sea si tienes la convicción de que estás en tu propósito, hasta de la rutina y cotidianidad de la vida (disfrutar del trabajo, de ejercitarme, de alimentarme bien, de ordenar mi cuarto, de meditar, de respirar, de las personas de mi vida, del aburrimiento) 

"(...) el hombre se determina a sí mismo, no se limita a existir, sino que decide cómo será su existencia, en qué se convertirá en el próximo minuto"

Viktor Frankl

¿De qué va la vida? II parte.

Mi respuesta.

El bucle que aún recorro es debido a la falta de claridad, trato de entender el sentido de la vida en mi realidad relativa. ¡Claro! en “maya” no podré encontrar el sentido, usando el término budista de nuestra ilusión sobre la realidad (la matrix, para quienes vieron la película). No es otra cosa que entender que, la limitada información que obtengo por mis sentidos pasa por el filtro de mi mente, siendo así la realidad es única para cada ser. La ilusión es como un juego repitiéndose una y otra vez (anhelar, satisfacer un deseo, buscar uno nuevo, anhelar otra vez). Es por esta razón que cuando veo afuera no contemplo más que un mundo de hormigas, moviéndonos de aquí para allá. 

La verdadera vida está en lo que no se ve a simple vista, hay que realizar un trabajo en la percepción. No lo que parece ser, sino el verdadero SER de las personas, animales, plantas, minerales, cosas, TODO. Los momentos de meditación me conectan con el sentido de estar aquí, de vivir.

No es una historia que se pueda contar, es más un estado, una consciencia que se retroalimenta de la ilusión, pero es muy diferente a ella. En la ilusión no hay respuesta, el bucle siempre se mantiene, ¿qué sentido puede tener la efímera existencia de nuestro cuerpo?

La verdad es superior, es infinita y lo abarca todo, en "la verdad" o "lo real", ni siquiera hace falta preguntar por el sentido, desaparece la pregunta y la incertidumbre, simplemente permanece el estar infinito y eterno. Es por esto, por lo que en tantas culturas el verdadero objetivo es despertar de este sueño, romper las cadenas y liberarse llegando al cielo eterno, a la iluminación, al nirvana. 

Es una paradoja, en el juego no existe la respuesta y en "la realidad", no existe la pregunta. 

Mi equivocación es pensar que la realidad relativa tiene sentido en el disfrute o la felicidad, cuando su verdadero sentido es el propósito, es tener un propósito claro lo que me permite disfrutar de lo bueno y asumir con la actitud adecuada lo más difícil, tomar nuevos retos con alegría, surfear el dolor o la frustración siendo fiel a mí misma y sentirme satisfecha por ello.

El propósito me da sentido en la ilusión, en maya o la matrix, y cuando experimento "la verdad" sé que no hay más que lo absoluto que lo abarca todo, lo que es y no es.

Una vida con propósito me acerca a conectarme con esa verdad, porque solo siendo observadores y reconocedores del juego, podemos ver "la verdad" y apreciar la diferencia.

Cada vez que me convierta en una mejor jugadora, más consciencia tendré del juego y de su sinsentido, intrascendencia y tendré mayor perspectiva. Al final, nada permanece, no nos podemos aferrar a la alegría, la paz o los placeres, ineludiblemente atravesaremos sufrimientos más o menos fuertes, por mucho que crezcamos espiritualmente no podemos eludir el malestar, el dolor, las penas. Tener mis propósitos claros es mi mejor herramienta para atravesarlos. 

¿Qué me aleja de ello?

Miedo, si, miedo a no ser suficiente para garantizar mi subsistencia en el mundo, y con ella la de mis hijos, esposo y familia. No poder darles todo lo que necesitan. Es la falta de Fe en la Divinidad, la Existencia, Dios, La Naturaleza, El todo, como le quieras decir; te hace pensar que lo principal es mantenerte vivo a toda costa, mantenerte satisfecho y cómodo, y que eso es lo único a lo que puedes aspirar. Aferrarte con fuerza a lo que sea necesario para mantenerte por más tiempo “viviendo feliz”. Pero esta filosofía nos mantiene insatisfechos y temerosos.

¿Y cuál es mi propósito?

Mis propósitos han sido muchos, al menos en estos últimos años que me he preocupado por el asunto. En un inicio fue ser la mejor madre, esposa, hija, etc. 

También recuerdo que por un tiempo creí que mi propósito era crecer en mi aspecto laboral, económico y de conocimientos en esta área. 

En otro momento llegué a pensar que mi propósito era escribir. 

Y surgió entonces el de hacer algo por el mundo, contribuir a resolver lo que está mal. 

Actualmente mi propósito se ha enfocado en permitirme SER, que cada pensamiento, palabra, acto o escrito sea auténticamente mío. Permitir que en cada momento surja la verdad de quien soy, que sea espontáneo y sin quedarme con las ganas de permitirle manifestarse.

Tal vez en unos meses este propósito sea diferente, vislumbro que se acerca una metamorfosis y mi nuevo propósito sea NO SER, vaciarme de lo que creo ser.

Esto del propósito va creciendo, pues no es que me haya olvidado de los anteriores, como fichas de un rompecabezas se van uniendo y dando forma a mi realidad relativa, al ver cómo van cambiando me digo “en últimas… no es tan importante, tal vez mañana tenga un propósito diferente”. No se trata de cambiar el mundo, sino de transformarte a ti mismo y la forma en como concibes el mundo, que te sientas encaminado a un objetivo para lidiar con la insatisfacción, el vacío, la tristeza y todo lo que sea sufrimiento, el propósito no se trata de ser importante y relevante para el mundo sino para ti mismo. 

Una vez más, gracias a @johitavalle por todo su apoyo.


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