ENSAYO SOBRE LA CEGUERA
Autor: José Saramago, Premio Nobel de literatura en
1998.
Fecha de publicación: 1995
Género: Novela psicológica,
ciencia ficción apocalíptica.
Esta novela me cautivó desde la
primera página, es magistral y no exagero cuando digo que me atrapó, fue la
causa de unas cuantas desveladas. Es ideal para cuando estás en vacaciones,
para un fin de semana, para entretenerte, para olvidar todo lo demás.
Sencillamente es perfecta y no quieres parar de leerla.
CIEGA
Esta novela me llevó a reflexionar sobre aquello que no veo y lo que desconozco, me parece que no estoy sola en la
confusión, es una ceguera compartida por muchos y ese es el motivo de dar
tantas vueltas en el sufrimiento, porque la mayor parte del tiempo olvido que
no vemos. Es un dolor construido por tantos ciegos que creemos ver,
lastimándonos los unos a los otros tratando de sobrevivir. Existen personas y
lugares que aportan luz, claridad y sabiduría, así que lo razonable es
buscarlos, ¿qué puede importar más? Y estar dispuesta a abrir mi mente para
poder conocer lo que es oculto a mis ojos, permitirme ser guiada y confiar en
que, si me esmero, podré contemplar un poco más.
TAMBIÉN PUEDO VER
Y es que al final de cuentas no
estoy totalmente ciega, en algún momento puedo ver un poco (algo o alguien lo
ilumina), pueden ser al menos sombras, o imágenes borrosas, más que ver puede
ser que lo intuyo, y entonces critico severamente a las personas que creo están
más confundidas, porque (según yo) no ven nada en absoluto. Si realmente pudiese
ver con total claridad no podría juzgar o enojarme con nadie, sino sentir compasión
por tanta ceguera. Si me molesta el extravío de los demás, debo concluir que
también estoy perdida, que estoy equivocada.
Tal vez no tenga el poder para
abrir o reparar los ojos de nadie, peor aún, quizá pienso que si veo, y no veo
nada en realidad, tal vez sean ilusiones o alucinaciones y sea la más ciega de
todos, pero si, por un momento siquiera, soy consciente de la oscuridad que nos
inunda a todos, ¡puedo afirmar que algo ya estoy viendo!, soy testigo de nuestra
ignorancia.
En aquellos momentos que creo
ver algo, lo mínimo que puedo hacer es no convertirme en un obstáculo para los
demás, intentar orientarlos y no juzgarlos, acompañarlos sin reproches, apartarme
si no tengo más opción, evitar que me lastimen para no tener que reprochárselos
luego, facilitar en algo su camino, siempre con mi mejor intención. Esa es,
como se dice en el libro, "la responsabilidad de tener ojos cuando
otros los perdieron".
¿Acaso me compararía con alguien
que ha perdido su visión?, ¿le recriminaría por tropezar, por chocar conmigo,
por tirar las cosas?, estoy segura de que, si todos pudiésemos elegir, elegiríamos
ver, nadie quiere ser ciego. Ellos también, aquellos que me hacen sufrir, que me
lastiman, que se lastiman entre ellos, ellos también elegirían ver.
No podría alardear de ver, pues
lo único seguro es que estoy ciega en muchos aspectos, desconozco y no entiendo
la mayor parte de mi misma, de mi vida, del mundo y la realidad, como dijo Sócrates
"solo sé que no sé nada", me lo recuerdo cada día, porque es muy
fácil olvidar que no poseo la verdad.
"Creo
que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos
que, viendo, no ven" José
Saramago.
PERDONO MI CEGUERA
No elegí equivocarme tanto, hubiese deseado ver lo que hoy puedo, por eso, cuando recuerde mi pasado para recriminarme, voy a imaginarme con los ojos vendados, y saber que, a pesar de estar tan ciega, encontré un camino para llegar hasta aquí, y me lo reconozco, porque es una gran hazaña. Y al equivocarme hoy y mañana, como seguro pasará, recordaré que es debido a mi ceguera, nadie puede reprochármelo (en especial yo misma). Mi responsabilidad es buscar la claridad, en lugares, libros o encontrar a alguien que me dé luz, puede ser un amigo, familia, un terapeuta, un coach, maestros, un gurú. Rodearme de personas que realmente me ven para poder ver por mí misma, y, guiada por mi intuición, evitar a quienes crea que tampoco ven, pues corro peligro de volverme más ciega.
"Iré viendo menos cada vez, y aunque no pierda la vista me volveré más ciega cada día porque no tendré quien me vea" José Saramago.
Querida escritora, he leido tambien el libro, su percepción la conparto y me encanta leela gracias, por compartir esa energia puesta en cada letra.
ResponderBorrarMe alegra encontrar con quien compartir esta pasión por la buena lectura.
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