LIBERA TU MAGIA-ELIZABETH GILBERT

¿Cómo libero mi gran magia? 

Todos merecemos dejar en nuestro registro sucesos únicos que con solo recordarlos nos hagan suspirar. Poder arriesgarnos a lo desconocido, poder decir lo que queremos, hacernos notar y llamar la atención. Que todos se enteren de la forma peculiar en que entendemos el mundo, hacer notar esas cosas que, al parecer, solo a nosotros nos importan. Dejar saber cuándo algo nos duele y, lo mejor de todo, compartir la belleza que encontramos y otros no ven. Este libro se trata de eso, te inspira para que hagas arte con tu vida. Fue una fortuna leerlo, siento que necesito todo el apoyo que pueda encontrar en este tema, pues nada me ha aterrado tanto como vivir una vida creativa, mostrarme tal cual soy y hacer aquello inesperado. Publicado en 2016, es una lectura estupenda y agradable, me enganchó desde la primera página y levité a través de sus palabras deseando no llegar al final.

Sigueme en mi cuenta de Instagram, @loquemedijounlibro.

Y es que... al menos tengo mis escritos.

“… todos necesitamos una actividad que no sea prosaica y que nos saque de nuestro papel establecido y limitante en la sociedad…” “Todos necesitamos algo que nos ayude a olvidarnos de nosotros mismos un rato…” Elizabeth Gilbert.

Mi lado creativo expresado como escritora, facilitadora, fotógrafa, modelo, profe de yoga… hace que olvide por un rato mis pesadas cargas y preocupaciones, hace que aquello que parece tan importante deje de serlo; y el otro lado de mi vida (trabajo, responsabilidades, madre, hija, esposa) hace que este lado creativo tampoco sea tan importante, al fin y al cabo, nada de esto es lo que soy realmente. Simplemente son actividades en las que decido invertir mi tiempo. He llegado a la conclusión de que los momentos más mágicos de mi vida suceden al escribir, fotografiar, comunicar, bailar, cantar... cuando llegue el momento de mi muerte y mire hacia atrás, sé que no me arrepentiré de esas horas en que le permití a la vida expresarse a través de mí. 

Nada se ha de comparar con la pasión que me embarga al dejar salir mi lado creativo, para mí es el mejor tiempo: se siente como dicha absoluta. No es algo que haya hecho durante toda mi vida, y por eso lo complicado es permitirme dedicarle el tiempo, todos mis otros pendientes (el otro lado de mi vida), parecen mucho más importantes. Pero cuando logro llevarme a ese instante olvido todo lo demás, pierdo el concepto de tiempo y de quien soy, simplemente disfruto el dejarme llevar. Sé que es una sensación a la que no logro llegar de otra manera, sé que no tiene nada que ver con el resultado, con lo que suceda después, con cuantos me gusta, con cuantos lectores o vistas, si me sale bien, si les agrada a las personas o no. Tiene todo que ver con la devoción con la que lo hago, con la convicción que es lo mejor de mí que puedo entregar, es mi forma de entender y estar en el mundo, es mi regalo a la Divinidad, es mi ofrenda. No trato de enseñar o salvar a nadie, bueno… a una persona sí, a mí.  Se trata de hacer lo que genuinamente sale de mí y ese es su mayor valor; la autora y otros creativos dicen que, sí pasan años y a nadie le gusta lo que haces, o no les interesa lo que a ti si… ¡solo sigue haciéndolo! Mientras sea verdadero es tu responsabilidad darle vida. Tu lado creativo no tiene que pagarte las cuentas para que sea válido o valioso, ese no es su objetivo, su propósito es que puedas mostrar tu versión más auténtica, que seas fiel a ti mismo y hagas cosas interesantes. ¿Qué obtengo de esto? Esto es lo que obtengo al hacerlo: el momento de plasmarlo y el poder volver a él para mostrarme mi propio camino.

 

“¿Y qué pasa si no sacas nada de esto? ¿Qué pasa si te dedicas para siempre a tu pasión pero nunca te llega el éxito? ¿Cómo te sentirás entonces, después de haber desperdiciado toda tu vida para nada?” …R// “Si no eres capaz de ver lo que ya estoy sacando de esto, entonces nunca podré explicártelo de manera que lo entiendas”. Elizabeth Gilbert.

Espero que puedas descubrir y/o construir para ti un lado creativo, una actividad que no tenga por qué ser productiva, que le inviertas tu energía, tu tiempo y tu esencia por el simple placer de hacerlo, y, no menos importante, que tengas la valentía de compartirlo al mundo. Algo que se convierta en lo más importante para ti y al mismo tiempo en lo más irrelevante. Sea lo que sea que elijas: el tejido, la jardinería, el baile, construir, armar, el maquillaje, etc. Sea lo que sea, recuerda compartirlo y nunca te avergüences de ello. Si no sabes por donde comenzar elije algo al azar, cualquier cosa hará que te conozcas mejor y ese ya es un gran paso. ¿Cómo puedo dejar salir los regalos que llevo dentro si no me conozco? Cuanto más aprendo de mí voy ampliando las actividades superfluas que me conectan con la magia de estar viva, descubro que hay mucho que disfruto hacer por hacer, cosas en las que me siento más yo misma, momentos para SER.

“… cuando no estoy dedicada a crear alguna cosa, entonces es probable que esté dedicada a destruir algo (a mí misma, mi relación o mi salud mental).” Elizabeth Gilbert.     

A mí manera.

“la mayoría de las cosas ya están hechas…, pero no por ti.” Elizabeth Gilbert.

Hace poco decidí hacer un círculo de mujeres para celebrar la primera luna de mi hija. A pesar de nunca haber asistido a uno antes y no tener ni idea, convoqué a mis amigas. Preparé las actividades y los temas que hablaríamos. ¿Salió bien? Sé que lo disfrutamos, sé que nutrió nuestras vidas y aprendimos juntas, sé que fortaleció nuestros lasos y me sentí mucho más cerca de mi hija. Así que, fuera lo que fuera que hicimos, lo hicimos nosotras y a nuestra manera, ¡lo valioso fue que lo hicimos!, no sé cómo sean los otros círculos de mujeres, pero este fue hecho por mí, dejó de ser una simple idea para materializarse en una experiencia única y maravillosa que le dio brillo a mi vida. 

En el libro leí que el desear que algo salga perfecto no es más que miedo a ser juzgados, creemos que la única garantía para evitar las críticas es que sea perfecto. Si quiero mostrar algo de mí, debo superar el anhelo de perfección, es la única manera, este ideal de llegar a la perfección me paraliza, hace que nada nuevo, único o diferente suceda en mi vida. Aun estaría planeando un círculo de mujeres perfecto y pensando… “Si logro hacerlo perfecto no me expongo a ser juzgada”. Pero al no encontrar quien me dé la garantía de perfección nunca estará listo o a la altura de ser presentado al mundo, no habría vivido esa experiencia. Al iniciar mi blog, antes de publicar mis escritos deseaba que mi amiga o mi esposo los revisara, no deseaba que un error de ortografía o alguna incongruencia se me pasara y diera pie a ser corregida, poco a poco me he ido reconciliando con equivocarme, y es que al dejar de preocuparme tanto por ello puedo crear más y mostrar lo que de verdad soy. Le pongo la misma pasión, tiempo y esmero, pero llego a un punto en que sé que perfecto o no, ya terminé.

“Hay demasiadas mujeres que parecen creer que no están autorizadas a salir ahí fuera hasta que tanto ellas como su trabajo sean perfectos e imposibles de criticar” Elizabeth Gilbert.   

Darme permiso

“Tengo derecho a mi propia voz y a mi propia versión de las cosas” Elizabeth Gilbert.

En las últimas semanas un patrón de pensamientos despertó, con este bucle mental llegaron mis antiguas emociones: la duda, la culpa, la ansiedad y el miedo; se expandieron rápidamente, como un gas que se hubiera liberado en mi interior y trastorna toda mi experiencia de vida, como si me pusiese unos lentes y todo lo viera desde la melancolía.

¿Dónde está la magia, aquella luz de divinidad que relucía en cualquier lugar y persona? En especial no la encuentro en mí misma, sé que de eso se trata, cuando brille en mí, volverá en el mundo que veo, en cada detalle y minucia.

Me resistía a escribir sobre esto, a escribir desde estás emociones o siendo esta versión. No quería darle más energía al dolor, así que leía acerca de la aceptación, acerca del sentido y el dharma, meditaba en la muerte y la transformación; esto lograba que me mantuviera a flote, que no me entregara a la victimes y al sufrimiento, pero seguía sin ver y sentir el milagro de estar viva, de la perfección en cada suceso, sin palpar la divinidad que me rodea.

¿Y sólo por ello no voy a escribir?

Me negaba a escribir, pensaba: “no saldrá algo lindo de mí, algo real, algo que esté cercano a la verdad, al contrario, brotará dolor, angustia y desesperanza; tal vez en el peor de los casos brotará intrascendencia, algo superfluo y vano.”

La única forma de ser auténtico es aprendiendo a estar cómodo con el miedo, ¿quiero una vida llena de sentido? Entonces he de reconciliarme con la incertidumbre del resultado, aprendí que tengo derecho a mostrar mi forma de ver, sentir y entender el mundo, ese derecho me lo he ganado el día que nací, sólo por existir. No importa si es desde mi dolor o desde mi sabiduría, tengo el derecho de expresarme. Merece que lo haga, aunque nadie más esté de acuerdo, o a nadie más le importe o le guste, simplemente por el deleite de sacar los tesoros que llevo dentro sin buscar complacer a nadie, siendo fiel a mí misma, porque quiero ser una persona interesante para mí y no para otros.

“Tu arte no tiene que ser original; en otras palabras: no tiene que ser importante.” Elizabeth Gilberth.

¿Para quién?

“Pues déjame que te diga, con todo mi respeto y cariño, que este libro no lo escribí para ti. Lo escribí para mí.” Elizabeth Gilbert.

Acudo a mis escritos y nadie me reconforta más que yo misma, así que sí, yo soy mi lectora ideal, mi alumna más aplicada y mi discípulo más amoroso. Escribo lo que sé que necesitaré leer en algún momento y si a alguien más le sirve, ¡maravilloso! Es la única forma de crear algo auténtico, cuando simplemente pienso en mí, por mí y para mí, que no busque gustar a nadie más. Tener este momento para descansar de las complejidades de quien soy, de las historias en las que me enredo y me confundo, escribir es mi descanso de ser esta versión temerosa, preocupada y ansiosa. Llegué a esta conclusión: ¡hay actividades que logran liberar mi magia!, y escribir es una de las que elijo hoy, actividades que no tienen más propósito que reencontrarme con mi esencia.

Mensaje para mi yo futuro que retornará a este escrito buscando sabiduría: Regresa a escribir, a cantar, a comunicar, a modelar, a fotografiar, a dar clases de yoga, a hacer retiros, ¡a lo que sea!, pero por favor vuelve a ti pronto, que hay mucho por crear.